31 mar 2014

¿Y LA CULPA DE QUIEN ES?

Análisis

En lugar de una valoración del partido, La Vida Es Blanquiazul se detiene en analizar las actuaciones del Depor en comparación con la primera vuelta, y deteniéndonos en las actuaciones en Riazor para determinar lo positivo y lo negativo de la situación actual del equipo.

Aunque sea levemente, en cuanto a resultados el equipo ha demostrado cierta mejoría, manteníendo un inicio parecido al que se llevaba en las jornadas iniciales. En los primeros 11 partidos de campeonato, el Depor cosechó un total de 5 victorias, 2 empates y 4 derrotas, que lo situaron en la 6ª posición. El principal problema era que, además de la falta de efectivos (sólo 16 jugadores profesionales), los coruñeses eran incapaces de marcar más de un gol por partido. Esto se refleja en que en los primeros 11 choques, sólo se batió la red contraria un total de 9 goles. 
Por otro lado, el equipo mantenía su eficacia en la mejor defensa de la categoría, con 7 goles encajados. Es más, 6 de ellos llegaron en las 4 derrotas, por lo que se deduce que el equipo, en cuanto anotaba, caía derrotado ante la falta de respuesta por parte de los blanquiazules.

Si miramos los mismos 11 encuentros en la segunda vuelta, los coruñeses han cambiado la dinámica para ser justo todo lo contrario. Con 5 victorias, 3 empates y 3 derrotas, los de Vázquez sólo han sumado 1 punto más. El otro cambio se produce en los goles: 12 goles anotados por 10 encajados. Lo que antes se convertía en eficacia atrás y deficiencia arriba se ha tornado en un giro de 180 grados.

Pero las sensaciones tampoco son las mismas. La afición antes sabía que no se le podía pedir mucho más a una plantilla que tiraba de los arreones de Culio y Luisinho y las paradas de Lux. Además, la incorporación de tanta gente nueva en la plantilla propició que la adaptación fuese algo más dura. Se conocían las decadencias y se intentaba ir paso a paso. 

Con la llegada del mercado invernal se mejoró la calidad de la plantilla, pero volvió a surgir el problema de la adaptación, aunque esta vez vino acompañado de otro más: querer ganar los partidos por 1-0, sin cerrarlos. La grada señala con el dedo a un único culpable: Fernando Vázquez. Al de Castrofeito se le achaca de ultra-conservador y de utilizar la defensa de 5 a la mínima para defender ventajas mínimas en vez de querer ir a por el segundo cuanto antes. La afición no está de acuerdo con las ideas del míster, apoyados por los resultados en Riazor, donde sólo se han ganado 6 de los 17 partidos disputados hasta el momento en el feudo coruñés. 
Fernando Vázquez, cuestionado

Cuestión de táctica
Si bien es cierto que los coruñeses sólo han perdido 3 partidos en Riazor, la mera idea de haber cosechado 8 empates en casa trae de cabeza a la afición. Girona, Tenerife, Lugo, Numancia o Mirandés son algunos de los que han rascado un punto en tierras coruñesas, a veces sin hacer prácticamente nada. Todo esto tiene un denominador común y, siendo objetivo, no sólo es culpa del entrenador.
A los jugadores les cuesta llevar el peso del partido, y aunque desde la llegada de Sissoko, Rabello y Toché esa idea ha ido despareciendo, la táctica de Vázquez es fiel a la que se planteó desde el primer día en A Coruña: saber defenderse como sea y salir a la contra.

Y es que no hay más que ver como fuera de casa hasta en 9 veces se sacaron 3 puntos en terreno ajeno, empatando también ante el Jaén (único empate fuera de casa hasta el momento). Zaragoza, Ponferradina, Recreativo, Las Palmas... todos ellos han visto como los blanquiazules les arrebataban la gloria en su propia casa. 

Entonces la pregunta es: ¿Y la culpa de quién es? Pues señores, un poco de todos. A los jugadores se les debe pedir un plus más de intensidad, de ganas de ganar (valga la redundancia); al míster saber que está en un club llamado Real Club Deportivo de la Coruña y que no puede salir a aguantar un resultado, por muy ajustado que sea, a no ser que a falta de 10 minutos se corra peligro de perder esa ventaja y se tenga que defender el resultado con uñas y dientes; y a la grada ser más paciente y, sobre todo, menos ventajista. Se puede opinar y decir que no se está de acuerdo con las decisiones del entrenador, pero no hace falta caer en el insulto fácil.  Porque si el otro día el cambio sale bien, aplaudiríamos hasta con las orejas y nos daría igual como se ganaron los 3 puntos. 

Para mí, la opción de Vázquez es buena, pero no me gusta cómo la utiliza. Con defensa de 5 se puede hacer un buen ataque por bandas y crear superioridades ante los contrarios, no es sólo colocar el autobús, como dijo Lopo esta mañana. Lo que sí entiendo y apoyo es que en nuestro estadio NO podemos ir a defender un 1-0 a falta de media hora de partido. Sólo faltan 10 finales. Y pese a las diferencias, todos somos fundamentales. Forza Depor ante todo.

Con todo lo dicho hasta el momento, os lanzamos la siguiente encuesta: ¿Cómo usaríais la defensa de cinco?
-Para ganar eficacia por bandas
-Sólo para defender resultados apretados hacia el final de partido
-No la usaría nunca

1 comentario:

  1. Yo elijo la opción D: Para cuando el rival te encierre en el área mediante balones bombeados y tengas que defender un resultado positivo.

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