De uno en uno
Tras dos años lejos de su mejor nivel, Ola John llega cedido al Deportivo para intentar recuperar sensaciones perdidas, ocupando la banda que una vez su ídolo recorrió: Albert Luque.
En esto del fútbol, a veces ser el favorito para erigirte como nueva estrella no funciona mejor que ir creciendo poco a poco. Pero si de algo sabe del balompié es en dar más vueltas que la pelota con la que se disputa. A veces, el lugar incorrecto en el momento incorrecto puede cambiarte la suerte. En otras, te sonríe y te permite alcanzar pequeños sueños que te devuelven la ilusión. Cuando Babel puso rumbo a Turquía, el Depor decidió volver a seleccionar un tulipán e intentar reanimarlo. Convertirse en el jarrón adecuado para una flor algo apagada.
Ola John (Zwedru, Liberia; 19/05/1992) vivió desde su infancia en los Países Bajos, y rápidamente se uniría al mundo del fútbol, fichando por las categorías inferiores del DES Nijverdal en 1998. Pasaría cuatro años allí, mientras idolatraba desde la distancia a un extremo habilidoso, de exquisita zurda y endiablada carrera. Un tal Albert Luque había captado toda su atención y el nombre de la Champions League le retumbaba de fondo en medio de las grandes gestas de un club coruñés. John prosiguió en su sueño de convertirse en futbolista, y recaló en el FC Twente Enschede, con el que alcanzaría la élite a finales del año 2010, cuando haría su debut ante el Az Alkmaar en la jornada quince del campeonato holandés llegando a ser convocado para dos partidos de Champions. No tardaría mucho en romper la puerta de la titularidad, y en la temporada 2011/12 se hizo indiscutible en el conjunto de «los tuckers», cerrando la temporada con 34 partidos de liga -siendo titular en todos ellos-, anotando ocho goles y dando la escalofriante cifra de 15 asistencias.
Los números acabaron por decidir a la directiva del Benfica, que apostaría por el joven extremo pagando 9 millones de euros al club rojo. En su primer año con los «águilas», Ola John disputó liga, copa, Champions y Europa League, completando un total de 41 partidos, cuatro tantos y ocho asistencias -seis de ellas en liga-. Su protagonismo decayó en la siguiente temporada, y acabó siendo cedido al Hamburgo en el mercado invernal, donde disputaría ocho partidos -curiosamente, todos acabaron en derrota, y el Hamburgo se salvó en la promoción de descenso-. Su vuelta a Lisboa tuvo buenas noticias, convirtiéndose en un jugador bastante importante para Jorge Jesus. Sus buenas actuaciones en Liga y, sobre todo, su gol para dar la Copa al club de las águilas certificaron que había diamante por pulir si había confianza.
Ante ese panorama, el Benfica decidió volver a ceder al joven «tulipán», esta vez al FC Reading de la Championship, con el que disputaría 28 encuentros, haciendo cuatro goles y dos asistencias. Su vuelta a la capital lusa se tradujo en una nueva puerta cerrada, y el holandés volvió a Inglaterra. El Wolverhampton era su destino, y los ex deportivistas Hélder Costa e Iván Cavaleiro sus compañeros de fatigas. La experiencia en el club inglés volvió a ser nefasta, y el Benfica decidió darle un cambio de aires ante la falta de minutos, recalando en calidad de cedido en el Real Club Deportivo de la Coruña hasta final de temporada, con una estratosférica opción de compra.
Ola John ha llegado a tierras coruñesas para volver a sentirse importante. Aún no hace mucho que el joven «tulipán» recorría las bandas de la liga portuguesa despertando miradas de asombro y elogios. Ahora, en la banda en la que corría su ídolo, podrá volver a brillar como la joya que anteriormente deslumbraba u oscurecerse y caer en un ostracismo que, a tan temprana edad, no suele traer muy buenas noticias en el futuro. Porque el holandés tiene la oportunidad perfecta, la de volver a la cresta de la ola.
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