Crónica
En un derbi marcado por la deportividad entre aficiones, el respeto y un ambiente que a más de uno dejó boquiabierto, el Depor se llevó el derbi gallego en un choque que tuvo todos los ingredientes para cerrar una noche perfecta. Lucas y Lux, protagonistas esenciales del choque.
La afición se encontró en Riazor con uno de esos partidos que nunca se borran de la memoria. Justo antes de recordar a las víctimas de los atentados en París, en medio de un mosaico precioso y al ritmo "a capella" del himno gallego, saltó el Deportivo con varias novedades en el once. Cani, Luisinho, Alex y Jonathan saltaban al terreno de juego dispuestos a demostrar que era su momento. Y vaya si lo demostraron.
En medio de un ímpetu embriegador, el Depor anuló al Celta y comenzó a dar los primeros golpes a su eterno rival a través de Lucas, Jonathan y, sobre todo, de un entonadísimo Cani que se erigió en genio y figura para dirigir al equipo.
La velocidad en ataque de los coruñeses estaban haciendo estragos, y con el paso de los minutos se confirmó lo que ya se presagiaba: el primer gol. En una jugada maravillosa de Cani, el maño puso un pase perfecto a Alex. El de la Sagrada intentó el remate, pero el rechazo lo cazó el auténtico líder del equipo, ese que silenciosamente está registrando números que no se veían desde la etapa del EuroDepor. Lucas Pérez empujó el balón a las mallas y levantó a todo Riazor para comenzar a soñar.
Parecía que poco iba a durar esa alegría cuando al minuto siguiente, el colegiado Álvarez Izquierdo señalaba penalti a favor del conjunto celeste. A Riazor se le puso un nudo en la garganta, hasta que el otro protagonista del partido saltó a la palestra para despejar las dudas. Lux se agigantó en la portería, y noqueó al Celta deteniendo el penalti de Nolito. Riazor estalló más si cabe, y al Celta se le nubló la vista.
Con el partido en un continuo "quiero y no puedo" celeste, se llegó al descanso. Tras los 15 minutos de rigor, el Celta salió del vestuario sabiendo que había que empatar el choque, pero apenas creo peligro ante una zaga en la que Sidnei y Arribas no dejaron entrar ni un sólo balón. Un exhausto Cani dejó su sitio a Fayçal, mientras que Jonathan dejaba su puesto a Laure, al tiempo que la madera impidió a Juanfran anotar el 2-0 con un potentísimo tiro desde fuera del área.
Con la tangana de cortesía que no puede faltar en ningún derbi y que no tuvo mayores incidentes que la tensión propia de estos partidos, el partido se acercaba a los minutos finales con el resultado demasiado justo. Juanfran salió tocado para dar entrada a Jonás Gutiérrez, mientras Lucas aguantaba los calambres como podía.
Con el Celta achuchando con la entrada de Guidetti por Pablo Hernández, se dió el gol tonto de la jornada, con el gol de Jonny en propia en el descuento. Ahí comenzó la celebración de Riazor, que ya ve como el Depor suma más puntos que en toda la primera vuelta de la temporada pasada.
La nota triste del partido llegó con la fatal noticia de que un aficionado de 51 años del Deportivo falleció durante el partido debido a un paro cardíaco. Y desde La Vida Es Blanquiazul queremos dar el pésame a sus familiares y amigos. DEP
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