19 dic 2016

El Depor no quiere apagarse

Crónica

El Deportivo sumó su segunda victoria consecutiva en casa a costa de un Osasuna que demostró las carencias que le han llevado a estar en su situación actual. Mientras, el Depor se mantiene en su mejor momento de forma.

Por tercer partido consecutivo, el Deportivo repitió once, esta vez para recibir al colista de la Liga: el Atlético Osasuna. Los de Caparrós, que venían de 5 derrotas consecutivas, demostraron en Riazor el porqué se sitúan como últimos de la tabla.
Al Depor le bastó con unos breves fogonazos para desencajar a los rojillos, y tras una soberbia parada de Nauzet a tiro de Babel -cuyo futuro aún sigue en entredicho- llegó el primero de una noche que acabó por ser mágica. Florin Andone puso la primera piedra tras cabecear el córner botado por Emre Çolak para delirio del estadio. 

La defensa de cinco y la telaraña en mediocampo planeada por el ex técnico blanquiazul le había explotado, y el cuadro de Garitano dominaba el encuentro sin necesidad de realizar demasiados alardes. Y todo ello gracias al nombre propio de Guilherme dos Santos. Porque lo del brasileño está siendo estratosférico. Tanto que en esta jornada es el mejor pasador de la Liga, con 114 pases.
A los coruñeses parecía llegarles con ir a medio gas, y al final acabó sentenciando antes del descanso con el gol de Ryan Babel, que introdujo el balón en la meta de pabellón remachando a placer una preciosa asistencia de Carles Gil.

Se fueron los jugadores a vestuarios tras una intentona de De las Cuevas que desvarató Tyton, y con ello se fue la luz. Literalmente. Riazor vivió uno de esos momentos que surgen de improvisto y que se convirtió en la anécdota navideña para la posteridad. El apagón general no sólo permitió a los aficionados pasar un bello momento, sino que enfrió el partido. Con una segunda parte mas ramplona, el conjunto local rebajó la intensidad mientras que el Osasuna intentaba recortar distancias, en muchos casos a trompicones y de mala manera.

Con el partido ya cantado, Garitano dió paso al momento de los agradecimientos, y Carles Gil, Andone y Babel pasaron por la palestra envueltos en cánticos y vítores. En el caso del holandés, la grada no dudó en reclamarle una estancia más larga a orillas de la playa coruñesa. Sin más que añadir, el partido llegó a su fin. El Depor cerrara 2016 fuera de puestos de descenso y en su mejor mejor momento de forma. Y todo ello, sin intención alguna de pretender apagarse en su momento de mayor lucidez.

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