De uno en uno
Como cada temporada, llega la sección en la que desentrañamos las trayectorias de los nuevos jugadores del Depor. Esta temporada los señalados serán las nuevas altas y aquellos fichajes invernales que sí permanecerán en el equipo.
Oriol Riera Magem nació en Vic, Barcelona, el 3 de julio de 1986. Ya desde muy pequeño formó parte de los equipo de fútbol de su localidad natal, hasta que logró incorporarse a la categoría Alevín del RCD Espanyol, aunque en ese mismo año volvería al equipo de su localidad, el U.E. Vic.
Poco después llegaría su oportunidad en la cantera del Barça, coincidiendo con jugadores conocidos, como Cesc Fábregas, Gerard Piqué, Pedro o incluso Lionel Messi. En diciembre del año 2003, debutó con tan sólo 17 años en la Copa del Rey ante el Ciudad de Murcia, por el entonces técnico blaugrana Frank Rikjaard. Esa misma temporada, llegó a ser convocado para otro partido con el primer equipo, de liga en ésta ocasión, contra el Celta de Vigo.
Pese a unos muy buenos años en la Masía, Oriol pidió el traspaso, incorporándose en verano de 2006 a la Cultural Leonesa, después de casi haber acabado en el Legia de Varsovia. En el club leonés, que militaba en la 2ªB, Oriol destacó bastante y anotó 16 goles en dos temporadas. Sus buenos números llamaron la atención del Celta de Vigo que lo fichó para su filial.
El catalán permaneció dos temporadas en el filial del club vigués, intercalando en la última con el primer equipo, con el que juega cinco partidos, debido a la falta de goles del mismo, hasta que una normativa federativa le impidió jugar alguno más, al tener más de 23 años teniendo ficha del filial. Como el Celta ya había sido sancionado cinco años atrás por la misma situación, al alinear durante 5 encuentros al canterano Toni Moral, Oriol Riera volvió al filial, sin haber conseguido marcar ningún tanto en el primer equipo. Con los celestes acumuló un total de 22 goles en el filial en dos años.
Oriol acabó su vinculación con el Celta y fichó por el Córdoba donde sólo estuvo una temporada en la que disputó 37 partidos y anotó 6 goles. Curiosamente, su primer gol fue al Alcorcón, equipo en el que recaló justo a la temporada siguiente, en la 2011/12. Su primera temporada en el club alfarero fue similar a la que hizo con los califas, anotando 6 tantos en 39 partidos, pero en su segundo año el de Vic rompió las estadísticas.
En una temporada en la que el conjunto madrileño besó la Liga BBVA al quedar 5º clasificado en un equipo en el que Juli, Fernando Sales y el propio Oriol Riera fueron los más destacados, sobre todo el catalán, que acabó la temporada con 18 goles, el doble que los otros 4 delanteros del equipo juntos.
Su gran temporada permitió que firmara con el Osasuna. Con los navarros anotó un total de 13 goles en la temporada 2013/14, pero no evitaron el descenso de los rojillos a la Liga Adelante. Muy a su pesar, Oriol tuvo que abandonar el Osasuna y puso rumbo al Wigan.
En el club inglés, que disputaba la Championship -la segunda división de Inglaterra- no contó con oportunidades y en invierno de 2014 firma por el Deportivo de la Coruña para lo que resta de temporada en calidad de cedido. Sus números (4 goles en 21 partidos) y su gran trabajo e implicación en la permanencia del Depor en la Liga BBVA acaban convenciendo al equipo coruñés, y tanto el club como el jugador deciden pujar por la continuidad en el club herculino, que acabaría contratándolo en propiedad para los próximos tres años.
Con la llegada de Riera el Depor cerró la contratación de un auténtico tanque del área, uno de esos delanteros de remate en uno o dos toques. Un delantero luchador, capaz de manejarse contra defensas férreas y aprovechar el menor hueco para intentar el remate. Un delantero con unas características que la parroquia blanquiazul llevaba tiempo sin avistar por Riazor.
Poco después llegaría su oportunidad en la cantera del Barça, coincidiendo con jugadores conocidos, como Cesc Fábregas, Gerard Piqué, Pedro o incluso Lionel Messi. En diciembre del año 2003, debutó con tan sólo 17 años en la Copa del Rey ante el Ciudad de Murcia, por el entonces técnico blaugrana Frank Rikjaard. Esa misma temporada, llegó a ser convocado para otro partido con el primer equipo, de liga en ésta ocasión, contra el Celta de Vigo.
Pese a unos muy buenos años en la Masía, Oriol pidió el traspaso, incorporándose en verano de 2006 a la Cultural Leonesa, después de casi haber acabado en el Legia de Varsovia. En el club leonés, que militaba en la 2ªB, Oriol destacó bastante y anotó 16 goles en dos temporadas. Sus buenos números llamaron la atención del Celta de Vigo que lo fichó para su filial.
El catalán permaneció dos temporadas en el filial del club vigués, intercalando en la última con el primer equipo, con el que juega cinco partidos, debido a la falta de goles del mismo, hasta que una normativa federativa le impidió jugar alguno más, al tener más de 23 años teniendo ficha del filial. Como el Celta ya había sido sancionado cinco años atrás por la misma situación, al alinear durante 5 encuentros al canterano Toni Moral, Oriol Riera volvió al filial, sin haber conseguido marcar ningún tanto en el primer equipo. Con los celestes acumuló un total de 22 goles en el filial en dos años.
Oriol acabó su vinculación con el Celta y fichó por el Córdoba donde sólo estuvo una temporada en la que disputó 37 partidos y anotó 6 goles. Curiosamente, su primer gol fue al Alcorcón, equipo en el que recaló justo a la temporada siguiente, en la 2011/12. Su primera temporada en el club alfarero fue similar a la que hizo con los califas, anotando 6 tantos en 39 partidos, pero en su segundo año el de Vic rompió las estadísticas.
Oriol Riera, durante su etapa en el AD Alcorcón |
Su gran temporada permitió que firmara con el Osasuna. Con los navarros anotó un total de 13 goles en la temporada 2013/14, pero no evitaron el descenso de los rojillos a la Liga Adelante. Muy a su pesar, Oriol tuvo que abandonar el Osasuna y puso rumbo al Wigan.
En el club inglés, que disputaba la Championship -la segunda división de Inglaterra- no contó con oportunidades y en invierno de 2014 firma por el Deportivo de la Coruña para lo que resta de temporada en calidad de cedido. Sus números (4 goles en 21 partidos) y su gran trabajo e implicación en la permanencia del Depor en la Liga BBVA acaban convenciendo al equipo coruñés, y tanto el club como el jugador deciden pujar por la continuidad en el club herculino, que acabaría contratándolo en propiedad para los próximos tres años.
Con la llegada de Riera el Depor cerró la contratación de un auténtico tanque del área, uno de esos delanteros de remate en uno o dos toques. Un delantero luchador, capaz de manejarse contra defensas férreas y aprovechar el menor hueco para intentar el remate. Un delantero con unas características que la parroquia blanquiazul llevaba tiempo sin avistar por Riazor.
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