Crónica
El Depor salvó un punto vital en la lucha por la salvación. Un tanto de Lopo en el 94 mantiene muy vivas las esperanzas de los blanquiazules que se la jugarán ante el Levante en Riazor. La actuación de Gil Manzano, digna de hemeroteca.
Otra vez con el mismo once que ante el Villarreal, el Depor visitaba San Mamés sabiendo que una victoria supondría media salvación. No se pudo dar de esa manera, pero el punto no supo tan mal.
Se adelantaron los bilbainos con un tanto de Aduriz, que remató de cabeza una prolongación de Laporte tras un saque de falta botado por Beñat. El Depor despertó con el gol en contra, adelantó líneas y buscó el empate. La más clara, un disparo de Luisinho que se marchó desviado por poco.
Poco antes del descanso, Gil Manzano se haría protagonista y villano del encuentro. En una falta lanzada por Lucas Pérez, Borges pasa de cabeza al segundo palo y Bergantiños, que se adelanta a Mikel Rico de manera limpia, anota el empate. Un segundo después, Gil Manzano anula el gol por falta del coruñés -falta totalmente inexistente-.
Ya en la segunda parte, el Depor dominaba el balón, pero sin profundidad arriba. Aduriz pudo sentenciar el choque, pero Fabricio solventó el problema mandando el balón a corner. Con la entrada de Salomao, Postiga y Cavaleiro, el Depor se fue con más criterio al ataque, y el propio Postiga gozaría de una gran ocasión para empatar, pero la zaga bilbaina sacó el balón en la misma línea de gol.
Cuando ya parecía que el Depor no podría solucionar la contienda, una gran jugada colectiva acaba en un centro de Cavaleiro que Lopo, como ya hizo en temporadas anteriores, marcara un gol vital para anotar el empate para delirio de los más de 1000 deportivistas allí presentes y todos los que animaban desde sus casas. El Depor sigue vivo, y con las derrotas de Eibar y Almería se acerca un poquito más a la salvación. Ganar al Levante podría suponer salvar la categoría.
Llega la final de las finales para que el Depor pueda seguir en Primera.
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