LUCAS PÉREZ: EL SUEÑO CUMPLIDO

De uno en uno

Vuelve la sección en la que desentrañamos las trayectorias de los jugadores del Depor. Esta temporada los señalados serán las nuevas altas y aquellos fichajes invernales que sí permanecerán en el equipo.

Lucas Pérez Martínez (La Coruña, 10 de septiembre de 1988) se formó en clubes como el Montañeros CF, Atlético Arteixo o la SD Órdenes. El coruñés también formó parte de los cadetes del Deportivo Alavés, donde compartió vestuario con el ahora jugador del Athletic De Marcos. Ya en 2007 fichó por el Atlético de Madrid "C", donde jugó durante dos temporadas, acumulando un total de 55 partidos y 17 goles -5 en la primera temporada y 12 en la segunda- en la Tercera División Española.

Como no terminaba de dar el salto al siguiente equipo del Atlético, fichó por el Rayo Vallecano "B" hasta 2011. En su primera temporada en el club franjirrojo -la 2009/10- Lucas disputó 33 partidos y anotando 20 goles que serían vitales para que el filial del club vallecano acabase 1º y consiguiendo el ascenso a 2ªB tras superar al Hospitalet en la eliminatoria entre campeones de grupo. Además, el del Barrio de las Flores debutó en Seguna División con el primer equipo, participando en la jornada 23 y 24 de esa temporada, ante Cartagena y Girona (ambos acabaron en derrota de los vallecanos por 2-3 y 0-3).

Ya en su segunda temporada, Lucas tuvo una menor participación en el filial, jugando 14 partidos y anotando 6 goles, mientras que su participación en el primer equipo aumentó, jugando en los 5 encuentros en los que fue convocado -desde la jornada 11 hasta la 15- y anotando un gol ante el Valladolid en su primer partido de la temporada, y que acabaría con un 3-0 a favor de los franjirrojos. Esa misma temporada, el Rayo Vallecano ascendió como 2º clasificado a la Liga BBVA.

Lucas, en un partido con el Karpaty ucraniano

Al finalizar el cursoy debido a los impagos que sufría el equipo entonces dirigido por Sandoval, Lucas acabó fichando por el Karpaty Lvov. En Ucrania acumuló dos temporadas a un gran nivel, en las que sumó 59 partidos, 15 goles y 8 asistencias entre Liga, Copa y Europa League. En el mercado invernal de la temporada 2012/13 fue cedido al Dinamo de Kiev, pero no disputó ni un sólo partido. Es más, ni siquiera fue convocado a ninguno. Un auténtico calvario para el coruñés qu acabó con seis meses en blanco. 

Al volver al Karpaty, fue traspasado al PAOK de Salónica, previo pago de 700.000€. En Grecia Lucas volvió a demostrar todo su pontencial, disputando 50 partidos en la temporada 2013/14 -32 en Liga, 6 en Copa y 12 en Europa League-, marcando 10 tantos (uno de ellos en competición europea) y dando la escalofriante cifra de 15 asistencias. El club griego terminó la Liga como 2º clasificado y con Lucas denominado como el jugador del año.

El 18 de julio de 2014 se hizo oficial su cesión al Deportivo de La Coruña para la temporada 2014/15, con una opción de compra de 2 millones para el club coruñés. Aclamado en su presentación junto a Fariña, Salomão y José Rodríguez, nada más llegar, Lucas se lesionó, lo que lo mantuvo apartado de los terrenos de juego hasta la final del Teresa Herrera ante el Sporting de Gijón, del que volvió a salir lesionado.  El 19 de octubre de 2014 en la jornada 8 de la Liga BBVA y tras perderse por lesión las 7 jornadas anteriores, Lucas Pérez debutó en el estadio de Riazor con el 7 a la espalda ante el Valencia. Como si el destino lo quisiese, ese día Lucas marcó el 2º tanto de los blanquiazules en el que fue el mejor partido de lo que va de temporada.

Pero en el partido siguiente, ante el Espanyol, Lucas sufrió una contusión en la rodilla que lo ha mantenido apartado de nuevo de los terrenos de juego. 

Lucas Pérez, celebrando su gol ante el Valencia

Todavía no se sabe cuando podrá volver, pero la afición tiene muchas esperanzas depositadas en él, sabiendo que su aportación en el equipo será decisiva. El extremo coruñés tiene descaro, tiene picardía, y como dijo Víctor Fernández en rueda de prensa tras el partido del Valencia, "tiene ángel". Ha vuelto a su club, y ojalá que no se marche nunca.